domingo, 8 de abril de 2012
MEDITAR Y EL YOGA
yoga es una disciplina que cada vez cuenta con más adeptos, porque no sólo es un excelente ejercicio corporal sino también nos ayuda a respirar y dormir mejor, une nuestro cuerpo para la relajación y hasta es posible que podamos curarnos de ciertas enfermedades crónicas mediante la práctica habitual del yoga.Nuestra vida sólo tiene sentido cuando comprendemos que ésta es una búsqueda sagrada de la verdadera identidad. Las prácticas del yoga están organizadas en torno a la creencia de que todos los seres humanos poseemos la capacidad innata de anhelar la madurez espiritual para lograr la paz interior: sólo es cuestión de aprender las técnicas que nos ayuden en el camino de la búsqueda y ponerlas en práctica.Buscando la transformación personal:Cuando la persona está lista para liberar su interior surge la necesidad de buscar refugios que la contengan en su nuevo renacer. Esos refugios se convierten en verdaderos espacios de transformación. En su ámbito se crea una especie de red afectiva sostenida por los vínculos más cercanos: la seguridad, la libertad y el desafío. En esa etapa de nuestro crecimiento buscamos ámbitos de entrenamiento: escuelas, universidades, una comunidad espiritual, etc. Los espacios de transformación que solemos elegir poseen condiciones vitales para nuestro desarrollo, sin las cuales no podríamos encontrarnos con nosotros mismos. Algunas de esas cualidades son: y Poseen una cualidad de refugio. y Afianzan la seguridad de la persona a través de relaciones duraderas.Estimulan la creatividad y la experimentación.Nos muestran el camino para que podamos descubrir quiénes somos.Se encuentran abiertos a distintas soluciones y caminos para alcanzar un desarrollo óptimo.El yoga, la alienación y el mal.Para la filosofía yoga, la fuente de alienación del verdadero ser interior no es el pecado ni las malas acciones, sino la ignorancia y el autoengaño. El sufrimiento surge a partir de un proceso denominado extraversión. Gradualmente el alma se va identificando por completo con el plano material de la existencia, aunque ése sea sólo el aspecto exterior y visible de nuestra verdadera persona. Este es un problema de falsa identificación que nos desconecta de nuestra verdadera esencia.Muchos caen en este espejismo que confunde y no nos deja crecer, y los síntomas de este autoengaño son: Creer en la permanencia de las cosas materiales. У Otorgar más importancia al cuerpo que al alma. У Creer que el sufrimiento es la verdadera felicidad. У Creer que el cuerpo, la mente y los sentimientos conforman nuestro verdadero ser interior.Según Deepak Chopra, la razón de esta distorsión se basa en el mito del materialismo:“Vivimos totalmente engañados, pensando que la verdadera realidad es la burda apariencia que sólo podemos percibir con los ojos”.
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