sábado, 7 de abril de 2012

TAO tercera parte


11. La Riqueza y lo Valioso Treinta radios se unen en el centro; Gracias al agujero podemos usar la rueda. El barro se modela en forma de vasija; Gracias al hueco puede usarse la copa. Se levantan muros en toda la tierra; Gracias a la puertas se puede usar la casa. Así pues, la riqueza proviene de lo que existe, Pero lo valioso proviene de lo que no existe.

12. Distracción Demasiado color ciega el ojo, Demasiado ruido ensordece el oido, Demasiado condimento embota el paladar, Demasiado jugar dispersa la mente, Demasiado deseo entristece el corazón. El sabio provee para satisfacer las necesidades, no los sentidos; Abandona la sensación y se concentra en la sustancia.

13. Ansiedad Los santos decían: "Alabanzas y culpas causan ansiedad; El objeto de la esperanza y el miedo está en tu interior". "Alabanzas y culpas causan ansiedad" Puesto que esperas o temes recibirlas o perderlas. "El objeto de la esperanza y el miedo está en tu interior" Pues, sin un Ego, no pueden afectarte la fortuna o el desastre. Por tanto: El que observa al Mundo como se observa a sí mismo es capaz de controlar el Mundo; Pero el que ama al Mundo como se ama a sí mismo es capaz de dirigir el Mundo.

14. La continuidad del Tao Lo que se mira pero no puede ser visto está más allá de la forma; Lo que se escucha pero no puede ser oido está más allá del sonido; Lo que se agarra pero no puede ser tocado está más allá del alcance; Son cosas tan profundas que evaden la definición, Y pasan a ser un misterio. En su ascenso no hay luz, En su caida no hay oscuridad, Un hilo continuo más allá de la descripción, Perfilando lo que no puede existir, Su forma es no-forma, Su imagen es ninguna, Su nombre es misterio, Afrontandolo, no tiene rostro, Siguiendolo, no tiene espalda. Comprende el pasado, pero atiende el presente; De este modo se conoce la continuidad del Tao, El cual es su esencia.

15. Los Santos Los Santos alcanzaron una comprensión tan profunda que ellos no podían ser comprendidos. Debido a no poder comprenderles Tan solo se puede describir su apariencia: Cautos, como aquel que cruza sobre hielo fino, Atentos, como aquel que presiente un peligro, Modestos, como aquel que es un huesped, Suaves, como el hielo que se funde, Genuinos, como la madera no tallada, Vacios, como el lecho de un rio, Opacos, como el agua turbia. Aquel que yace inmovil mientras el lodo se asienta, Y permanece inmovil cuando el agua fluye, No busca satisfacción Y trasciende la Naturaleza.

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